Sin alma de Gail Carriger
—¡Qué horror! —intervino Alexia, incapaz de contenerse ni un segundo más—. Gente pensando, con sus cerebros, y ni más ni menos que en la puerta de al lado. Oh, menuda parodia.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 28 calificaciones)
/
Sin alma de Gail Carriger
—¡Qué horror! —intervino Alexia, incapaz de contenerse ni un segundo más—. Gente pensando, con sus cerebros, y ni más ni menos que en la puerta de al lado. Oh, menuda parodia.
|
Sin cambios de Gail Carriger
Ivy se fijó inmediatamente en el más feo de todos: uno de fieltro amarillo canario decorado con grosellas negras, cinta de terciopelo negro y un par de plumas verdes que parecían antenas colgando de un lado. —¡Oh, ese no! —dijeron al unísono Alexia y una voz desconocida mientras Ivy estiraba un brazo para descolgarlo de la pared.
|
¿En que trabaja Kote?