Un hombre llamado Ove de Fredrik Backman
Y Ove no sabía exactamente cuándo se volvió así de taciturno. Puede que hubiera empezado a hablar más para sus adentros, en la cabeza. Puede que se estuviera volviendo loco. A veces se lo planteaba en serio. Era como si no quisiera permitir que otros le hablaran por miedo a que su parloteo ahogase el recuerdo de la voz de Sonja.
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