VERDUGOS de Esteban Navarro
Beber forma parte del oficio, como si fuese un decálogo del buen ejecutor público. Beber enturbia la mente, agiliza los gestos, reafirmar la tarea encomendada y, lo más importante, apresura el olvido. Olvidar después de una ejecución es tan importante y necesario como ahuyentar del recuerdo una mala pesadilla.
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