Insolación de Emilia Pardo Bazán
los ingleses que yo conozco son por lo regular unos montones de carne sanguínea, que al parecer se escapa sola a la parrilla del rosbif; tienen cada cogote y cada pescuezo como ruedas de remolacha; las bocas de ellos dan asco de puro coloradotas, y las frentes, de tan blancas, fastidian ya, porque eso de la frente pura está bueno para las señoritas, no para los hombres
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