La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán
Para combatir una neurastenia profunda que me tenía agobiado -diré neurastenia, no sabiendo qué decir-, consulté al doctor Luz, hombre tan artista como científico, y opinó sonriente: -Usted no necesita cuidarse...sino todo lo contrario. -¿Descuidarme? -Casi...Tratamiento perturbador. Hacer cosas que presten a su vida violento interés. Lo que padece usted es atonía, indiferencia: le falta estímulo. ¿No podría usted enamorarse? |