Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Me doy cuenta de que sus decisiones tal vez no coincidan con las mías, pero aún así las respeto.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Me doy cuenta de que sus decisiones tal vez no coincidan con las mías, pero aún así las respeto.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Yo seré la primera es estirar la pata, ya lo veréis. Quiero que los dos bailéis alrededor de mi tumba y no derraméis ni una lágrima. Cigarrillos, copas, besos y bailes... esa es mi voluntad.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
- En absoluto. Debemos hacer lo posible por recomponer nuestra vida; es un deber que tenemos con nosotras mismas... Pero mientras tratamos de conseguirlo debemos tener cuidado para no destrozar otras.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
En un país en que a menudo la justicia llegaba tarde, si es que llegaba, muchos ciudadanos buscaban venganza y se desquitaban de un daño con otro mayor: "Dos ojos por un ojo y una mandíbula por un diente".
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Se apoyaban la una a la otra con esa lealtad que solo son capaces de mostrar quienes no tienen a casi nadie en quien confiar.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
- Creer en alguien no es una nadería - afirmó (...) - no es algo que pueda decirse sin más. Creer es una gran responsabilidad.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Si lloras, todo el mundo sabrá que estás viva.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Consideraba su memoria como un cementerio: en ella yacían segmentos de su vida, cada uno enterrado en una tumba, y no tenía la menor intención de revivirlos.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
La posibilidad del exterminio inmediato y total de la civilización no resultaba tan pavorosa como la simple certeza de que nuestra desaparición individual no afectaba al orden de cosas y que la vida seguiría igual con o sin nosotros. Siempre había pensado que eso era lo aterrador.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Si lloras todo el mundo sabrá que estas viva
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La bastarda de Estambul de Elif Shafak
¿Cómo podía defenderse de la bondad de sus seres queridos? ¿Se podía luchar contra la bondad?
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La bastarda de Estambul de Elif Shafak
Las chicas de tu edad se dedican a ponerse guapas, sabes? No es que te haga falta, por supuesto, pero si solo piensas en leer, leer y leer, ¿dónde va a acabar esto?
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La bastarda de Estambul de Elif Shafak
Despierta, amigo mío, ya no existe eso de "juntis". Cuando una Granada se rompe, las semillas se dispersan, no se pueden volver a unir.
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La bastarda de Estambul de Elif Shafak
Asya jamás había conocido a nadie tan joven con una memoria tan vieja.
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La bastarda de Estambul de Elif Shafak
Su mirada contenía el miedo a la felicidad que sólo puede sentir quien de pronto, inesperadamente, descubre que está muy enamorado.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Lucharía contra las convenciones sociales, las opiniones, los prejuicios…, contra el odio callado que llenaba la vida de esas personas como un gas inodoro. Nadie tenía derecho a abandonar el cuerpo de Leila como si esta no valiera y nunca hubiera valido nada.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Ella no era la más guapa. No era la más lista. En verdad creía que no tenía nada de especial. Siguió cavilando sobre el asunto, hasta que un día se dio cuenta de lo terrible que era la pregunta. Plantearse «¿Por qué yo?» era solo otra forma de decir «¿Por qué no otra?», y se odió por pensar de ese modo.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
El que no ha viajado por el mundo no tiene ojos.
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La bastarda de Estambul de Elif Shafak
Cuando una mujer siente un resentimiento justificable, el mundo se tergiversa y la sin razón parece perfectamente razonable.
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Gregorio Samsa es un ...