Elena Molini

Cuando seáis felices, que no os pase inadvertido.

Pero ahora, mientras estás solo en esta habitación, más solo quizá de lo que nunca te hayas atrevido a estar, quiero por una vez que escribas, solo para ti, por qué te haces esto a ti mismo y por qué estás dispuesto a dejar que entren extraños en tu herida más dolorosa.
DAVID GROSSMAN, Tú serás mi cuchillo

¿A qué otra cosa podía dedicarme aparte de a abrir una librería?

—A los m-monstruos se los derrota, ¿sabes? Aunque tengas m-miedo.
Ellos solo pueden hacerte d-daño si tienes m-miedo y si estás s-sola. Si los miras de frente y les m-muestras que no t-te dan m-miedo, no p-pueden hacerte nada. Y, si t-tienes amigos, no p-puedes sentirte sola.

“Cuando seáis felices, que no os pase inadvertido.”

Tarde o temprano, lo que es tuyo vuelve a ti.

Las crisis nos hacen entender que nos estamos equivocando, que el camino que hemos decidido recorrer no es el que nos conviene. Si logramos entender a tiempo que nos estamos traicionando, entonces es bastante probable que podamos salir adelante.

“Tarde o temprano, lo que es tuyo vuelve a ti.”

La tesis principal sobre la que se asienta la biblioterapia es que leer novelas genera empatía

Y, entonces, cuando por fin llega algo tan bonito, piensas que es un error, que el destino se ha equivocado al echar a suertes las papeletas y que has recibido un premio que en realidad no era tuyo.

Me encantan los libros sobre libros, así que la idea de partida de "La pequeña farmacia literaria" me parecía muy tierna y genial, muy "feel good". Y me ha gustado mucho esa parte de la historia que se centra en la librería, incluso los toques de misterio mágico que va tomando la trama... Pero creo que me he perdido la resolución de la historia, que esos toques mágicos no se resuelven o yo no los he entendido y, en consecuencia, no le he encontrado sentido al final y se me ha venido abajo todo. Pero bueno, me quedo con la parte librera: me parece genial que exista una librería que te recomiende libros con su posología como una farmacia.

Cuanto más te necesitan tus amigos es cuando se equivocan, no cuando tienen razón.

Cuando estás acostumbrada a las derrotas, desconfías siempre de la felicidad.

En un instante me envolvió el aroma de los libros como una manta caliente.

A los monstruos se los derrota aunque tengas miedo. Ellos solo pueden hacerte daño si les tienes miedo y si estás sola. Si tienes amigos no puedes sentirte sola.

A veces los callejones sin salida lo son solo si los miramos siempre desde la misma perspectiva.

Me encantaban las cosas defectuosas y complicadas, esas que de un momento a otro podían jugártela. Era el riesgo de no saber nunca lo que me depararía el futuro, pero también tenía muchas posibilidades de que la felicidad me pillase por sorpresa.

Había pasado tan poco tiempo, pero para mí era como si hubiera pasado un siglo, de tan denso de felicidad, angustia y cansancio como había sido ese período.