La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Es la primera vez que veo que podemos decidir. Podemos prestar atención a lo que hemos perdido o podemos prestar atención a lo que todavía tenemos.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Es la primera vez que veo que podemos decidir. Podemos prestar atención a lo que hemos perdido o podemos prestar atención a lo que todavía tenemos.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Peor que sus palabras son sus ojos. Estoy convencida de que el asco con que nos miran podrían rasgar mi piel y partirme las costillas.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
-¿Cuando veré a mi madre?- Le pregunto. -Me han dicho que pronto. […] señala el humo que sale de una de las chimeneas a lo lejos. -Tu madre está ardiendo ahí adentro. Más vale que empieces a hablar de ella en pasado. |
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Simplemente recuerda: Nadie puede quitarte lo que pones en tu mente.
|
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Cuando conocí a Béla, no estaba enamorada, estaba hambrienta. Y él me trajo queso suizo. Me trajo salami.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Perdonar es lamentarse por lo que sucedió y lo que no sucedió, y renunciar a la necesidad de un pasado diferente. Aceptar la vida como era y como es.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Los supervivientes no tienen tiempo de preguntar, « por qué a mi?. Para los supervivientes, la única pregunta relevante es: “¿y ahora qué?”
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Por mu frustrante, aburrida, limitadora, dolorosa u opresora que sea nuestra experiencia, siempre podemos decidir como reaccionar.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Me encanto sentir el afecto de mi padre, al igual que el de mi madre es precioso... y precario.
|
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Auschwitz solo me dio un regalo, el poder guiar a la gente en su camino, ayudándoles a su adaptación.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
Nuestras experiencias dolorosas no son un handicap, son un regalo. Nos proporcionan perspectiva y sentido, una oportunidad de encontrar nuestro objetivo y nuestra fuerza.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
No podemos borrar el dolor, pero somos libres de aceptar lo que somos y lo que nos han hecho y avanzar.
|
La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
No tenemos nada que ocultar, sin embargo mi estado permanente es de máxima alerta y no puedo evitar la sensación de que soy culpable de algo, de que me van a descubrir. Mi infracción es la vida y el comienzo de una cautelosa felicidad.
|
|
|
|
|
|
¿En que año nació Marcel Proust?