Juana de Arco de Diana Paris
Por fin el sol vuelve a lucir y despuntan los hermosos días de verdor [...] Y tú, Doncella felicísima, tan honrada por Dios, tú has desatado la cuerda que estrujaba a Francia. ¿Se te podrá elogiar a ti lo suficiente, a ti que has dado la paz a esta tierra humillada por la guerra?
|