Elogio del olvido de David Rieff
Timothy Garton Ash, historiador de Oxford, en una ocasión, pleno de confianza, aseveró en una entrevista que al igual «que una persona sin memoria es un niño», así «una comunidad política nacional o de otra especie sin memoria con toda probabilidad será infantil». Pero no hay ninguna evidencia de que esto sea cierto. Desde el punto de vista empírico sobran las razones que respaldan el argumento contrario: en muchos lugares del mundo no es la renuncia sino el apego a la memoria la causa aparente de que las sociedades sean inmaduras. Y en las sociedades acechadas por un peligro efectivo de fragmentación o algo peor, invocar determinados recuerdos a veces puede obrar el mismo efecto nada menos que el proverbial grito de ¡fuego! en un teatro abarrotado. Pág. 52 |