En el bosque oscuro de Dale Bailey
El bosque parecía un ente vivo, un único y grandioso organismo que se extendía libremente por el valle, tan vasto que no podía abarcarse con la mirada, de un tamaño fabuloso, inverosímil, dotado de conciencia y vigilante, y tuvo la impresión de que, de algún modo —¿cómo podía ser?— estaba esperándolos.
|