He de admitir que tengo una pequeña (diminuta, insignificante, nada serio) OBSESIÓN, NECESIDAD por las portadas en las que aparecen animales, da igual que sean domésticos o salvajes, lo necesito en mi estantería. Realmente todo lo que tiene que ver con la historia no me gusta, no por nada, sino porque no me gusta la idea de "empollar" sin entender, de hecho, ahora cuando tengo que contar algo de historia, la cuento a través de un relato; y ¿por que digo esto? Porque el libro esta plagado de referentes históricos en los que aparece como protagonista el caballo, un animal majestuoso que a lo largo del tiempo, hemos modificado para nuestro propio beneficio. Esta escrito de manera amena a pesar de ser historia, lleno de dibujos que nos hacen vivir el momento que nos cuenta y provocar en nosotros diferentes sensaciones. Es un libro que te deja indiferente, no cuenta nada nuevo pero tampoco molesta tenerlo en la estantería e informarte. |