Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-La vida es corta. -Y va a toda leche, es imposible de frenar por mucho que queramos. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-La vida es corta. -Y va a toda leche, es imposible de frenar por mucho que queramos. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
Después de mucho tiempo he comprendido que la apariencia exterior no es más que eso, una pequeña parte, porque lo importante, lo que verdaderamente somos, está en nosotros, en nuestra esencia, y eso es lo que marca la diferencia. Desde hoy decido que voy a coleccionar instantes, porque me he dado cuenta de que la vida se compone de ellos. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-Iveth, una cosa más. Sea lo que sea lo que le pasa, lo superará. Confía en las estrellas. -¿Por qué en las estrellas? -Qué sé yo, porque son bonitas y brillan. Siempre he creído que están ahí para guiarnos. -Pues como sigamos subiendo la contaminación lumínica nos vamos a perder todos. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-Es todo culpa tuya. -¿Por qué, Iveth? -Porque contigo dejo de pensar. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-¿La palabra que buscas es "increíble"? -Sí, pero no. -No te entiendo. -Lo que quiero decir es que se ha notado inevitable. Como si fuera la única opción entre tú y yo. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-Tienes que calmarte. Sé que hace bastante que no haces esto, pero tú mantén la calma, solo déjate llevar y disfruta del momento. No es como si tuvieras unas ganas locas de comértelo enterito. -Me gusta esta última parte, pero más me gustaría a mí que me dejaras hacerlo. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-Estoy llenísima. -¿Te queda sitio para el postre? -Buf, no sé si me va a caber. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
¿Qué más da que esto no sea eterno? Cada latido cuenta. Todos y cada uno de los segundos que respiramos. Incluso, los que nos dejan sin aliento. Sobre todo, esos.
|
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-Madre mía, qué rápido nadas. Pensaba que habías dejado el waterpolo. -Y lo dejé, pero intento ir al gimnasio a nadar cuando puedo. Me gusta estar mojado hasta quedar arrugado como una pasa. ¿Qué le voy a hacer? -¿Me ayudas? -En realidad, vas a subir tú solita. Sé que puedes hacer muchas más cosas de las que crees, Y esta tabla no va a ser menos. |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-Iveth. No me río de ti. Es que es... eres... -Horrible, lo sé. ¿Qué mujer en su sano juicio le abre la puerta a alguien con estas pintas? -Auténtica. Eso iba a decir. Eres única, preciosa y, sobre todo, auténtica. Póntelas, porque quiero me veas. Espera. -Mis gafas aparecen en sus manos y me las coloca en su sitio. Debió de cogerlas de la mesilla de noche antes de acercarse-. ¿Mejor? |
Rumbo a tu corazón de Cristina G. Cantero
-Vaya, sabes sonreír... -Claro que sé. No tengo ningún problema físico ni mental que lo impida. ¿Y tu? -Pues si te soy franco, en los últimos tiempos me ha costado bastante, pero creo que poco a poco todo va a ir mejor. ¿Sabes? A veces, no se trata de olvidar, sino de aprender a convivir con lo que nos borra la sonrisa para que en algún momento duela menos y esta resurja. |
Gregorio Samsa es un ...