La pasión según G. H. de Clarice Lispector
La habitación era lo contrario de lo que yo había creado en mi casa, lo opuesto de la suave belleza que resultaba de mi talento para organizar, de mi talento de vivir, lo opuesto de mi ironía tranquila, de mi dulce y serena ironía: era una violación de mis comillas, de las comillas que hacían de mí una citación de mí. El cuarto era el retrato de un estómago vacío.
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