Un Lun Dun de China Miéville
Unos dedos de humo aparecieron por debajo de la puerta, desenroscándose como tentáculos. -Así que... -susurró el hombre-. Así que eres tú. |
Un Lun Dun de China Miéville
Unos dedos de humo aparecieron por debajo de la puerta, desenroscándose como tentáculos. -Así que... -susurró el hombre-. Así que eres tú. |