Historia de dos ciudades de Charles Dickens
Cuanto más me acerco al fin, más próximo estoy al principio. Ésta es una de las cosas que a mi edad hacen más fácil y suave el camino; mi corazón se conmueve con una multitud de recuerdos que en otro tiempo dormían; evoco en mi memoria el hermoso rostro de mi madre, que tan vieja sería ahora, la veo en su juventud y, con los pensamientos que despierta, me encuentro en los días en que las realidades de lo que llaman mundo no existían para mí y mis defectos eran solo germinales.
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