"Paso demasiadas horas con ella. Es ya casi una prolongación de mí. O yo una prolongación suya (...). La única prueba de que mi cuerpo sigue vivo es que engorda y crece con el cuerpo pegado de mami. Mi única patología es mi madre".
'Tener la carne'
Carla Nyman
2023
Reservoir books
148 páginas
C. y su madre han asesinado a Bruno, novio de la primera, por una supuesta infidelidad. Mientras pasean su cadáver en silla de ruedas por la playas y chiringuitos de Garrucha, en Almería, C. siente la necesidad de llamar por teléfono a quien ella supone que va a ser el juez instructor del caso para confesar el crimen. Dado que su señoría no atiende la llamada, C. decide ir dejando su confesión por capítulos en el buzón de voz del móvil del juez.
Más que de la trama delirante, surrealista y adictiva de 'Tener la carne', que me ha llevado a reír a carcajadas en muchos momentos, me gustaría hablar de la técnica narrativa de Carla Nyman, absolutamente sorprendente y alejada de todo lo que he leido con anterioridad.
El hecho de que la novela esté formada por los mensajes de voz que C. deja al juez en su contestador permite a Nyman trasladar esa oralidad a la voz narrativa. Cada texto, cada capítulo, es un huracán de pensamientos, de emociones, de sentimientos que arrolla al lector. Una de las primeras impresiones que tuve al comenzar a leer la novela es que sentía que estaba delante de un texto que podía ser teatralizado. Porque los mensajes de voz de C. no dejan de ser monólogos teatrales, en los que se abre en canal, dialoga con sus monstruos internos y con el mostruo en el que se ha convertido, y permiten al lector indagar en su psique. Que Nyman sea, además, dramaturga, creo que queda patente en esa capacidad que demuestra de construir esta estructura narrativa de forma magistral.
Esta oralidad del texto tan bien construida ayuda a crear una narradora protagonista genuina, auténtica y creíble. Además, da vía libre a Nyman para hacer lo que le da la gana con los registros, con el lenguaje, con la puntuación. Lo pone todo al servicio de la verborrea incontenible de C., y también al servicio de su estilo narrativo, crudo, directo y descarnado.
En cuanto al trasfondo de la novela, bajo una trama aparentemente divertida y cargada de humor negro, Nyman aprovecha para indagar en torno a los celos, el amor, el deseo y, especialmente, el duelo. Esa carga emocional que queda cuando una relación se rompe, y que en el caso de C. se presenta como una carga también física, el propio cuerpo de Bruno, de la que le es dificil deshacerse. Me ha parecido una metáfora brillante.
Uno de los motores de la novela es la relación de C. con su madre. Una relación toxica, dependiente, en la que parece siempre que la una se funde con la otra, como si fueran el mismo ente, o que la una sea una extensión de la otra. En la que los miedos, frustraciones y delirios parece que fluyan de forma bidireccional. Bajo una historia de aparente superficialidad, Nyman ha creado a dos mujeres marcadas y derrotadas por la vida, que arrastran las mismas culpas y los mismos duelos. En uno de mis momentos favoritos de la novela, mientras arrastran en silla de ruedas la carne de Bruno, reflexionan sobre los hombres que una y otra arrastran también de forma metafórica. "No se puede arrastrar tanta carne, llevarla a cuestas, tanto todo el rato, esa es la pérdida, así nos fue dado estar, mami, en este lado de la derrota".
En definitiva, por lo original e innovador de la estructura, por las risas durante la lectura, que son muchas, por lo delirante de la trama, por las dos protagonistas y por el poso y las reflexiones que deja la historia os recomiendo sin duda esta novela. Estáis tardando en leerla
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