Nenúfares que brillan en aguas tristes de Bárbara Gil
¿Cómo podía ella intuir...? Probablemente no estaba pensando en nada cuando por fin se giró, cuando le dio la espalda ese mundo imaginario, pueril, sin saber que, en su lugar, la realidad iba a penetrarle como una cuchillada para mostrarle el mundo real: la verdad.
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