Raíces profundas de Audrey Carlan
- Tus labios son bonitos y rosas y parecen tan dulces como un caramelo. Me recuerdan a la gominola de fresa cubierta de azúcar. Mi preferida.
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Raíces profundas de Audrey Carlan
- Tus labios son bonitos y rosas y parecen tan dulces como un caramelo. Me recuerdan a la gominola de fresa cubierta de azúcar. Mi preferida.
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Divino deseo de Audrey Carlan
—¿Qué, no eres de las que se acurrucan y duermen abrazadas? —Soy más de las que golpean y huyen. |
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Divino deseo de Audrey Carlan
Aunque pudiera soportar un enfrentamiento con Atlas, de más de diez minutos, sin enfurecerme, había un mar de mujeres dispuestas, que ladraban menos y no mordían, entre las que podía escoger.
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Divino deseo de Audrey Carlan
Lo que ella no sabía, porque nunca se lo había contado a nadie, era que yo era la reina de las aventuras de una sola noche.
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Divino deseo de Audrey Carlan
A decir verdad, basándome en su reacción, sabía que lo tendría difícil. Esa mujer era un problema. Más que un problema. Era un maldito cartucho de dinamita.
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Serenidad sagrada de Audrey Carlan
—No camines con la cabeza baja. El mundo debería disfrutar de tu belleza, pero nadie podrá hacerlo si vas mirando al suelo.
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Serenidad sagrada de Audrey Carlan
Quería fingir que esa conexión profana con él era solo física. ¿Quería conocer mejor su cuerpo? Sí. ¡Dios santo! Sí, y un millón de veces sí. Pero hacerlo acabaría con todo aquello por lo que había trabajado y ya no sería la persona que quería ser para el hombre con el que algún día me casaría, con el que tendría hijos y con el que pasaría el resto de mis días. No creía probable que ese instructor de Tantra fuera ese hombre, pero ¡ah, cuánto me tentaba!
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Serenidad sagrada de Audrey Carlan
Para mí desgracia, me había colado por un instructor de yoga que, sin duda, era un experto en sexo. No podría contenerlo por mucho tiempo. Ya podía sentir las delicadas fibras que sostenían mi determinación por mantener mi voto de castidad deshilachándose en los bordes.
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Serenidad sagrada de Audrey Carlan
Que yo fuera virgen no era ningún secreto. Era una elección, un compromiso que había hecho, no solo por mi fe en Dios (al que respetaba por encima de todo), sino por la fe que tenía en mí misma, en mi fuerza de voluntad.
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Calendar Girl 4 de Audrey Carlan
Ya no estaba nadando en un pequeño charco con tan sólo un par de personas a las que pedir ayuda, sino que ahora me encontraba en un océano de posibilidades en el que toda la gente que me rodeaba estaba dispuesta a echar una mano y a arrojarme un chaleco inflable cuando las aguas de la vida estuvieran demasiado agitadas para seguir nadando.
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Calendar Girl 4 de Audrey Carlan
Contigo a mi lado, me siento capaz de hacer frente a cualquier desafío.
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Calendar Girl 4 de Audrey Carlan
—Haré cualquier cosa que vuelva a poner una sonrisa en tu rostro y el espíritu de la Navidad en tu corazón.
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Calendar Girl 4 de Audrey Carlan
—No he dejado de pensar en ti, Mia. Todo este tiempo que he estado fuera, tú has estado conmigo. Es tu recuerdo lo que me ha mantenido con vida.
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Calendar Girl 4 de Audrey Carlan
Me encanta que hayas desempaquetado mis cosas. Tal vez lo hizo Judi, pero espero que lo hicieras tú con la intención de fusionar nuestras vidas.
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Calendar Girl 3 de Audrey Carlan
—Mia, no podemos escondernos de la vida. Nunca se sabe cuánto tiempo nos queda ni qué va a ser de nosotros mientras la vivimos. Lo único que sé es que voy a vivirla contigo a mi lado.
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Calendar Girl 3 de Audrey Carlan
—Cariño, quiero cogerte de la mano. Observarte mientras duermes. Sentir cómo tu pecho sube y baja. Escuchar los latidos de tu corazón. Necesito que vuelvas a casa.
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Calendar Girl 3 de Audrey Carlan
No dejes que las prisas por crecer demasiado rápido hagan que os perdáis la mejor parte: el viaje.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?