Astrid nos invita a reflexionar sobre nuestra experiencia como lectoras, los libros que nos formaron y cómo hemos evolucionado a la hora de elegir nuestras lecturas. Está lleno de referencias a otras autoras, desde Elena Garro hasta Virginia Woolf, pasando por Sor Juana y Svetlana Aleksiévich, entre otras. Es un libro profundo, aparentemente breve, que nos maravilla con la capacidad del manejo del lenguaje de la autora, y en el que se nota como cada palabra ha sido cuidadosamente elegida para lograr transmitirnos tantas emociones. Lo que me deja es precisamente una reflexión sobre el lenguaje, gracias al cual podemos cruzar, o en todo caso tumbar, nuestras fronteras interiores y poner nuestros cimientos en lugares que a veces nos aferramos a pensar que no son para nosotras. |