Una fórmula para el amor de Arwen Grey
Sienna se acercó a él con su copa y le abrazó por detrás pegando su cara a su fuerte espalda. —Gracias, Greg. Eres mi mejor amigo. Greg se sintió como si le acabaran de clavar una puñalada en el corazón. Su mejor amigo. Afortunadamente ella no le estaba mirando a la cara, porque sabía que no sería capaz de disimular su dolor ante sus palabras. |