Laponia. Un viaje a Rovaniemi.: Relato de Ariadna Baker
Hacía años que no me sentía así con un hombre, desde que tuve a Nicole y me dejó su padre, jamás tuve una relación, así que aquello me hacía sacar una sonrisa de oreja a oreja. Scott tenía algo que me atraía hacia él, como un imán. Era hablar y dejarme con la baba caída, me imaginaba que se acercaba y me besaba, fantaseaba con muchas escenas que hacían erizar todo mi cuerpo. En más de una ocasión, me sonrojé con esos pensamientos, disimulé para que no me los notara, pero la verdad es que me sentía en una nube, en un cuento, como aquel lugar. Solo faltaba que el príncipe me besara… |