Está de moda las introspecciones públicas. Hablar de sí mismo como si las interioridades de uno fueran la panacea que el resto del mundo debe consumir. Lo hizo Virginia Wolf, lo hacen muchos otros después de ella. Como digo, está de moda, y que conste que no lo veo mal, no del todo. Leí hace poco un libro de esos de Maggie O´Farrell, la autora que hoy reconocemos gracias a “Hamnet” cuyo título es “Sigo aquí” en donde el yo y yo y yo llega a cansar. Pero de eso tratan esa clase de libros. Aquí se habla de la depresión o de cómo la autora califica y siente eso que ella describe como depresión. Hay mucha gana de dar lástima, de buscar el “abrazo” público, la comprensión o el deseo de escuchar “Ay, pobrecita”. Ese es el poso que he sacado al terminarlo. Sé que puedo parecer radical, pero yo también sé de sobra lo que es padecer depresión, y a la conclusión que llego es que la depresión podrá ser lo que es, pero también es según cómo uno se la tome. Y según uno la afronte, así la supera o bien la sufre, flagelándose. La autora transmite precisamente eso, la flagelación. Así lo he visto yo. La prosa es algo cansina, tengo que añadir. Demasiado adjetivo, demasiado calificativo buscando el impacto, la sonoridad. Igual que si fuese un letrista cualquiera buscando la rima en la creación de sus canciones para hacer el tema del verano. Quizás ahí radique su originalidad, en el uso constante de adjetivos para expresar un sentir. No es un libro para leer, salvo una vez. No aguanta, en mi opinión, más lecturas. Enlace: https://instagram.com/los.li.. + Leer más |