El lector de Julio Verne de Almudena Grandes
– Y por una puta mierda… ¿vamos a dejar dos viudas y siete huérfanos, ahora que lo único que quieren es marcharse? – Yo, desde luego, no — al escuchar eso, fue mi padre quien asintió con la cabeza—. Por mí, que se vayan y que les vaya bien, que lleguen muy lejos y que no vuelvan nunca. – Y a ver si algún día podemos volver a vivir como personas. – Todos. – Sí. Ellos y nosotros. |