Tres, Cinco y Seis de Xinran
Para él, eran como briznas de hierba que crecían en las grietas entre a piedras: querían ver la luz del sol y buscaban un poco de espacio para respirar, pero el viento y la lluvia se cebaban siempre en ellas.
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Tres, Cinco y Seis de Xinran
Para él, eran como briznas de hierba que crecían en las grietas entre a piedras: querían ver la luz del sol y buscaban un poco de espacio para respirar, pero el viento y la lluvia se cebaban siempre en ellas.
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Tres, Cinco y Seis de Xinran
Cuando la Nación duerme y el Partido se divierte con la sociedad, el pueblo llora
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Tres, Cinco y Seis de Xinran
Cinco pensaba en lo cruel que podía llegar a ser el destino con las mujeres
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Tres, Cinco y Seis de Xinran
Si la gente no tiene con quien compararse, no saben que la están engañando
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Tres, Cinco y Seis de Xinran
No hay camino bajo el cielo que no se pueda recorrer:¿hasta en las piedras se ven las huellas de los insectos!
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Tres, Cinco y Seis de Xinran
En nuestra cultura, tenemos la arraigada creencia de que las buenas mujeres no ríen ni lloran...
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Tres, Cinco y Seis de Xinran
—Mi madre es muy delgada —dijo Seis despacio, para que él pudiera entenderla—, pero es ella quien sostiene la casa entera. Mi madre nunca ha estudiado, pero nos ha enseñado a vivir a todas. A mi madre no le interesa estar guapa, pero ha criado a seis hijas guapísimas. Mi madre no es muy habladora, pero cada palabra suya nos ayuda a comprender la vida. Mi madre es muy hacendosa, pero jamás se ha tejido nada bonito para sí misma, ni se ha preparado ninguna comida apetitosa. Mi madre es muy valiente, pero llora muchas veces porque no ha tenido un hijo varón…
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Nacer mujer en China de Xinran
Criarse durante la Revolución Cultural siendo niña significaba estar rodeada de ignorancia, locura y perversión... Cuando sus cuerpos maduraban, las muchachas eran víctimas de agresiones indecentes y violaciones; muchachas como Hua’er, que fue violada por la «revolución»; la mujer del contestador automático que fue descasada por el Partido; o Shilin, que nunca sabría que ya era una mujer adulta. Los perpetradores de estos crímenes fueron sus profesores, amigos, incluso padres y hermanos, que perdieron el control sobre sus instintos animales y se comportaron de la manera más vil y egoísta de la que es capaz un hombre.
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Nacer mujer en China de Xinran
En aquel tiempo, las mujeres obedecían las “Tres Sumisiones y Cuatro Virtudes”: sumisión a tu padre, luego a tu marido, y después de su muerte, a tu hijo. Las virtudes eran fidelidad, encanto físico, hablar y actuar correctamente y ser diligente en los trabajos de la casa. Durante miles de años las mujeres fueron educadas en el respeto a los ancianos, enseñadas a obedecer a sus maridos, a vigilar el fuego del hogar, a hacer los trabajos de costura, y todo ello sin siquiera salir de casa. Que una mujer pudiera estudiar, leer y escribir, discutir asuntos de estado como los hombres e incluso darles consejos, era una herejía para la mayor parte de los chinos de la época.
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Nacer mujer en China de Xinran
—Nosotros decimos: «En casa, cree en tus propios dioses y haz lo que te plazca; fuera, cree en el Partido y ándate con cuidado con lo que haces». Pero no me gustaría que nadie se enterara de lo que acabo de decir. No quiero que vuelvan a crearme problemas a mi edad.
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Nacer mujer en China de Xinran
En los años treinta, cuando las mujeres occidentales ya estaban reclamando la igualdad entre los sexos, las mujeres chinas apenas habían empezado a poner en duda la sociedad dominada por los hombres, pero ya no estaban dispuestas a que les vendaran los pies, o a aceptar los matrimonios concertados por sus padres. De todos modos, las mujeres chinas desconocían los derechos y obligaciones de su sexo, y no sabían cómo hacer para ganarse un mundo propio.
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Nacer mujer en China de Xinran
Cuando los hombres han bebido, suelen sacar a colación una batería de definiciones de la mujer. Las amantes son «peces espada» sabrosas pero de espinas afiladas. Las «secretarias personales» son «carpas», cuanto más las guisas mejor sabor tienen. Las mujeres de otros hombres son «peces globo japoneses», probar un bocado podría significar tu fin, aunque arriesgar la vida es motivo de orgullo. —¿Y qué dicen de sus propias esposas? —Bacalao salado. —¿Bacalao salado? ¿Por qué? —Porque el bacalao salado se conserva durante mucho tiempo. Cuando no hay otra comida, el bacalao salado resulta barato y práctico, y con un poco de arroz es todo un plato… |
Nacer mujer en China de Xinran
«Un león hambriento se comerá un conejo si no hay nada mejor, pero en cuanto haya dado buena cuenta del conejo lo abandonará para cazar una cebra…». Lo realmente trágico es que haya tantas mujeres que acepten que los hombres las juzguen como «malas mujeres».
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Nacer mujer en China de Xinran
—Los hombres quieren a una mujer que sea una esposa virtuosa, una buena madre capaz de hacerse cargo de todas las tareas domésticas, como una criada. Fuera del hogar debe ser atractiva y cultivada, y debe honrarlo. Y en la cama debe mostrarse como una ninfómana. Y lo que es más: los hombres chinos también necesitan a sus esposas para administrar sus finanzas y ganar un montón de dinero para que ellos puedan mezclarse con los ricos y poderosos.
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Nacer mujer en China de Xinran
Una buena mujer china está condicionada para comportarse de una manera dulce y sumisa, y se llevan este comportamiento a la cama. El resultado es que sus maridos acaban diciendo que no tienen atractivo sexual y las mujeres se someten a la opresión, convencidas de que es culpa suya. Tienen que soportar el dolor de la menstruación y de los partos, y trabajar igual que los hombres para mantener a sus familias cuando sus maridos no ganan suficiente dinero...De todos modos, a los ojos de los hombres, no existe la buena mujer.
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Nacer mujer en China de Xinran
En esta familia no tengo los derechos de una esposa, ni la posición de una madre. Mi marido dice que soy como un desteñido trapo gris, que no sirve para hacer unos pantalones, ni para cubrir la cama, ni siquiera para ser usado como trapo de cocina. Sólo sirvo para que los demás se limpien el fango de los pies en mí. Para él, mi única función es servir como evidencia de su “simplicidad, diligencia y carácter correcto” a la hora de conseguir un ascenso en la oficina. Éstas fueron sus palabras, Xinran, me las dijo a la cara. Te preguntarás por qué creo haber perdido la posición de madre. Los niños me fueron quitados al nacer y fueron enviados a la guardería del ejército. El Partido decía que podrían afectar el trabajo del “comandante”, su padre, al igual que muchos de los niños de la mayoría de los soldados de entonces. Y mientras otras familias podían ver a sus hijos una vez por semana, nosotros estábamos casi siempre alejados de ellos, y sólo los veíamos una o dos veces al año. Si mi propio marido no me veía como alguien digno de respeto, ¿qué posibilidad iba a tener con los niños? Ellos nunca creyeron que yo fuera digna de nada. + Leer más |
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