La chica del corazón de agua de Sonia Lerones Losilla
Con demasiada frecuencia subestimamos el poder de los pequeños gestos: una caricia, una sonrisa, un saludo, alguien que escucha, una palabra amable, un halago honesto... Son pequeñas muestras que, simplemente, surgen, y que, con mucha más frecuencia, pasamos por alto. Pero son vitales. Cada uno tiene el potencial de dar vida, de curarte un poquito más.
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