La chica del corazón de agua de Sonia Lerones Losilla
Supongo que no puedes querer a lápiz. Nada de lo que hagas puede estar a lápiz porque la vida no te dejará borrarlo o reescribirlo. Debes marcarlo a bolígrafo, como si fuera un tatuaje. Hacer un surco perenne en el tiempo para que ese acontecimiento esté ahí, se quede ahí. De otra forma, no podrás repasar los bordes difusos y no avanzarás.
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