La buena suerte de Rosa Montero
Pablo admira el kintsugi, el arte japonés de reparar las cerámicas rotas con resina mezclada con polvo de oro o plata, de modo que la grieta queda bien a la vista, brillante, destacada, ennoblecida por el metal. Los japoneses piensan que esas cicatrices, esa historia, esa falla, son la belleza del objeto.
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