Estampas bostonianas y otros viajes de Rosa Montero
Ha reunido Ángela así una sutil e interesante colección de conceptos enfrentados, de voces divergentes, que evocan un entramado cultural muy diferente. Eso sí, los ejemplos que ella ofrece arrojan un saldo favorable a lo español. En un intento de escapar del regodeo etnocéntrico, procuro encontrar una comparación que sea favorable a la cultura de Estados Unidos. Y, pensando, pensando, creo haber dado al fin con una: es la diferencia existente en el modo cotidiano de referirse al orgasmo. En España se utiliza el reflexivo irse: se dice me voy. En Estados Unidos es justamente lo contrario, se emplea to come, “venir”: se dice I am coming, “estoy viniendo”. En el irse está implícita la lejanía, la separación, el aislamiento: un abismo de soledad en la culminación del sexo. En el venir hay mucha más ternura, un deseo de entrañarse con el otro, la apoteosis del reencuentro
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