Volvemos al teatro y está vez para adentrarnos en una comedia de la mano de Plauto, escrita nada más y nada menos que en el año 180 a.c. y aunque no se conserve su final, si se han recuperado fragmentos con los que se deja intuir, así que no os preocupéis que sin final no os quedaréis Como decía la comedia está servida y el reír por no llorar es una de las moralejas que nos deja. Cuando no se tiene nada y nada se tiene, por no tener no se tiene ni miedo, lo malo es cuando se encuentra un pequeño tesoro y comienza a germinar la semilla de la avaricia y los recelos, cuando no importa nada más y solo el temor y la angustia ocupa el día a día Me ha parecido muy curioso como los actores interactúan con el público y lo hacen partícipe tanto de la trama como de sus monólogos interiores, un hecho que pensaba muy contemporáneo |