En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano
No era de verdad yo misma más que mientras escapaba. No tengo más recuerdos buenos que los de huida o de evasión. Pero la vida siempre volvía por sus fueros.
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En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano
No era de verdad yo misma más que mientras escapaba. No tengo más recuerdos buenos que los de huida o de evasión. Pero la vida siempre volvía por sus fueros.
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En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano
No envejecemos. Con el paso de los años, muchas personas y muchas cosas acaban por parecernos tan cómicas e irrisorias que las miramos con ojos de niño.
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Tinta simpática de Patrick Modiano
Eso me reafirmaba en la idea de que si a veces tenemos fallos de memoria todos los detalles de nuestra vida están escritos en algún sitio con tinta simpática.
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Tinta simpática de Patrick Modiano
Hay cosas en blanco en una vida, pero a veces hay eso que se llama un estribillo. Durante temporadas más o menos largas no lo oímos y podría creerse que se nos ha olvidado ese estribillo y luego, un día, regresa de improviso cuando estamos solos y nada de lo que tenemos alrededor puede distraernos. Vuelve, como la letra de una canción infantil que sigue ejerciendo su magnetismo.
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Joyita de Patrick Modiano
Por última vez quería reunir unos cuantos recuerdos de poca monta, volver a dar con el rostro de mi infancia, como el viajero que seguirá llevando hasta el final en el bolsillo un carnet de identidad viejo y caducado.
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En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano
Nuestro encuentro, cuando lo pienso ahora, me parece el encuentro de dos personas que no tenían raíces en la vida. Creo que los dos estábamos solos en el mundo.
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En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano
Y además, si aquella época sigue aún muy viva en mi recuerdo se debe a las preguntas que se quedaron sin respuesta
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La edad de la inocencia