Este shojo de dos tomos tenemos a Tsubaki, que un buen día se encuentra un adorable ser que resulta ser un extraterrestre que pondrá un poco patas arriba su vida y la de su hermana Mai. Tsubaki está un poco obsesionada con estar monísima todo el rato, pero esto va un poco más allá del aspecto superficial y será gracias a Fuwa, el extraterrestre, que reflexionará por qué hace todo esto. Y es que quizá solo necesitaba a alguien no humano con el que abrirse. En este aspecto tenemos, por ambas partes, un desarrollo de la trama con ese fondo de coming-of-age adolescente. Y no solo ellos, porque Mai también tiene sus obsesiones (aunque con los ovnis y los aliens) y un par de cosas que aprender. Ambas hermanas deben encontrar lo que las une y reconectar más allá de los roles de hermana mayor responsable y hermana menor frívola. Para mí ha sido un manga ligerito sobre estudiantes de instituto, romance y un toque fantástico con el que me he entretenido un rato pero no me ha cambiado la vida. Se tratan temas como la relación entre hermanas, las responsabilidades con las que cargamos o cómo percibimos a los demás y cómo queremos (o elegimos) que nos perciban. Tiene giros y narrativas tirando a previsibles y los típicos clichés del género, pero al menos no hay toxicidad. Y el dibujo y los personajes son muy cuquis, cosa que siempre se agradece. Recomendado si os apetece algo corto, cozy y ligero con romance adolescente y un toque de fantasía sin pretensiones. + Leer más |