Empiezo con una anécdota. Cuando Eugenia Rico presentó esta novela en mi ciudad yo trabajaba en un medio de comunicación local y fui a entrevistarla. El año pasado me encontré el libro en una librería de segunda mano madrileña y no dudé en comprarlo para leerlo unos 15 años después de aquella entrevista. Y bueno, al final en pleno otoño me he puesto con él. "El otoño alemán" presenta una protagonista cuyo nombre apenas aparece por las páginas del libro y que hace las veces de narradora. Se trata de Ilse, una rubia alemana que acude a una "fiesta" de varios días a casa de los padres de Werner, a quien conoció en la universidad al igual que al resto de asistentes: Ulrich y Fátima. Ilse y Fátima son muy amigas, al menos lo eran, y de buenas a primeras la narradora nos cuenta que un viernes 13 la perdió al igual que a su abuela a quien apenas conocía. Fátima, española con pelo oscuro y rizado y piel oscura, siempre fue la outsider del grupo, no sólo por pertenecer a una clase social más baja o por su apariencia, sino también por no hablar apenas alemán. Fátima tiene un trauma y quiere salir de allí, marcharse, pero Ilse, y sobre todo Ulrich quien la desea a pesar de estar prometido, no la dejan. Conocer a Fátima, hará que la abuela de Ilse, Gertraud, le cuente un secreto que ha guardado desde hace mucho tiempo convencida de que su hora ha llegado. Y ahí es cuando pasamos del año 1991 a los primeros pasos del Holocausto con la historia de Gertraud y su amiga Maria. Ilse tiene una obsesión insana con Fátima y esta se hace omnipresente en la narración siendo la palabra más repetida en las 297 páginas de la novela. Y no veais la tirria que he cogido a la tal Fátima. Me he aburrido con este libro, me ha intrigado lo mínimo y los personajes me han parecido de lo más insulso. Lo mejor, la parte de la abuela, que eso daba para una novela más interesante. + Leer más |