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La ambientación de este libro nos sitúa en la costa francesa en la época de la posguerra. La ocupación nazi ha acabado. Lia Baudin, una enfermera, se traslada a la mansión Monjoie, tras aceptar un duro trabajo, cuidar a la pequeña Sophie Clairmont, una niña con una enfermedad terminal, para la que no hay ninguna cura. Esa mansión en ruinas, en la que solo viven Sophie y su padre Alain, es un lugar tétrico, que había sido ocupado por los nazis durante la segunda guerra mundial y que aún a día de hoy esconde un sinfín de misterios y a su vez guarda el duelo de la madre de la pequeña, muerta en terribles circunstancias tiempo atrás. Este libro es más bien un relato contado en un único capítulo en el que nos narra todo lo que pasa nuestra protagonista mientras intenta cuidar a Sophie. Se trata de un libro oscuro apoyándose en la época histórica y en la geografía de la zona en la que se sitúa la novela. Se trata de una historia de terror y suspense, plagada de descripciones que te ayudan a meterte cada vez más en la historia, la cual termina con un plot twist que te deja con la boca abierta. La verdad es que ha sido una muy buena toma de contacto con la autora que nos da ganas de leer más de ella. |
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