La Costa de Alabastro

De momento, no hay ni una sola historia de Victoria Álvarez que no me haya gustado y La costa de Alabastro no iba a ser menos, aunque tengo que admitir que iba con un poco de miedo por el género que es, pero cuando una historia está bien escrita, da igual el género que sea, que la vas a disfrutar. En este caso, nos encontramos frente a una historia de terror que ocurre en una mansión ruinosa, donde una enfermera, la señorita Baudin, tendrá que cuidar de una niña que le queda muy poco tiempo de vida por una enfermedad.

La Segunda Guerra Mundial acaba de terminar y las huellas de la ocupación nazi siguen presentes. Sobre todo en la mansión en la que Lía acaba, donde tuvieron su propio campamento. La casa se cae a pedazos, los fantasmas persiguen a todos los personajes y nada es lo que parece. La historia no tiene capítulos, si no que se divide por saltos de página, así que es inevitable ponerte a leerlo y no soltarlo hasta acabarlo. Yo lo leí en dos noches este verano, pero perfectamente se puede leer en una tarde. Es una historia que está muy bien escrita, crea la tensión perfecta para que sigas leyendo y los personajes están muy bien perfilados.

El final me dejó con la boca abierta, ya que no me lo esperaba para nada y me explotó mucho la cabeza con ello. La única pega que le puedo poner al libro es una escena que, aunque es necesaria para contar una cosa, me parece que sobra en el ambiente general de los personajes. Normalmente, no suelo leer libros de terror porque soy bastante miedica y lo acabo pasando mal, pero siendo Victoria Álvarez tenía que leerlo y no me ha defraudado para nada. Aunque no seáis fans del género, si alguna vez habéis leído a la autora, os lo recomiendo por eso.
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