Una vez más, este autor es el que me deja enganchada a sus últimas páginas y no sé con qué ponerme después.Y eso que empezaba sabiendo que me iba a enfrentar a un tema duro, pero Víctor del Árbol lo trata de una manera tan " redonda" que sigues página tras página la historia de Isaías, queriendo saber más para entender (o quizás sólo intentarlo) como el hombre puede ser un lobo para el hombre, hasta desde si más temprana edad, pero guardando siempre un resquicio a la esperanza
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