Montañeros, una dama en las cumbres

Volvemos a la montaña con el menor de los Mountain. En esta ocasión Chaz cae estrepitosamente en el amor con una mujer que lo trae de cabeza y que cambiará todo su mundo desde la raíz.

Cuando Chaz conoce a Hortense la hermana de Julie, no comprende como pueden pertenecer a la misma familia. Pero el roce hace el cariño y algunas situaciones extremas ayudan a ver cosas que no harían de otra forma.
Hortense llega a la montaña para sacar a su hermana de ese antro de perdición. No puede creer como una señorita de alta sociedad puede sentirse cómoda en medio de una montaña en la que apenas hay cobertura y para llegar desde su casa a cualquier lugar mínimamente habitado debe perder casi una hora de trayecto si el firme es bueno…

Así que Hortense llega beligerante y su primera toma de contacto es Chaz, que no sabe como comportarse con las mujeres y menos con una como Hortense.

La velocidad vuelve a ser la máxima de esta novela. En tres días estos personajes que se odian y son la antítesis el uno del otro terminan locamente enamorados. Además, aunque hay cosas que les dificultan la felicidad, todo se soluciona como si nada y muy rápido.
Y es que la montaña en verano es un lugar ideal para que nazca el amor.

Continuamos con la intriga del tío Rhett y la montaña parece que terminará siendo un lugar minero que destrozará las vidas de los vecinos y su tranquilidad. Además, continuamos la evolución en la relación de Julia y Jedidiah y Carlisle con Elizabeth. Por supuesto, no podemos olvidarnos de los vecinos del pueblo, que querrán ayudar a su adorable Julia con lo que sea y hasta se aficionaran a tomarse un brunch o a celebrar una verbena todos los años.

Una cosa curiosa pero que no terminó de convencerme, es que a pesar de que los protagonistas son Chaz y Hortense, al final ambos quedan relegados a un segundo plano. Pues hay muy pocos capítulos en los que ellos sean los protagonistas. En los demás, las acciones son una consecuencia de Julie o algún otro personaje que comienza la escena y ellos toman como un protagonismo momentáneo. No es algo malo, solo que me llamó mucho la atención.

Pero por lo demás, mantiene lo mismo que tenían los otros, la velocidad, la rápidez y la sencillez de la historia que hace que te enganches y te la leas en unas horas. Aunque en este caso la trama es un poquito más floja que en los anteriores.

Así como en el segundo libro estaba perfecto, le vuelvo a comentar al autor que revise la novela de la mitad al final, que vuelve a tener pequeños fallos de escritura. Y cuando estas en singular y de pronto aparece un plural, te saca un poco de la novela.
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