Historias de Xuya. La maestra de té y la detective Siete de infinitos

¡Menudo cóctel mezclar una ambientación de ciencia ficción con una trama de investigación detectivesca!
Pero sabéis que siempre soy bastante sincera en mis reseñas y debo reconocer que la lectura de esta novela me ha costado mucho.
Personalmente creo que es un texto muy complejo, y a los que no estamos acostumbrados a la sci-fi, nos puede sacar en varios momentos de la lectura.
Me ha costado entrar en la trama aunque, por fortuna, una vez dentro ya he ido de tirón, pero no es nada fácil asimilar ese universo tan complejo de sopetón.
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Puntos interesantes:
🔻 Las naves mentales: unas naves con conciencia implantada, cuyo origen, curiosamente, es humano ya que nacen de la gestación de madre humana, pero su conciencia es transmitida a una nave espacial. Me parece absolutamente novedoso.
🔻 La relación entre las naves mentales y sus colegas humanas es tremendamente humanizada. Si a veces nos quejamos de la deshumanización de los personajes, aquí la autora ha hecho todo lo contrario, humanizar esas gigantescas naves de tal manera que en un relato es estrictamente profesional, pero en el otro se establece una relación tórrida y sexual.
🔻 La inspiración orientalista que rodea la atmósfera de la trama. He de decir que me encantan los nombres de las naves ("la hija de la sombra", "bosque sombrío"). Y es que el lenguaje oriental es rico en matices, que ha sido uno de los puntos fuertes para mi gusto.
🔻 Vocabulario netamente tecnológico y futurista, me he perdido entre bots, mixturas, mnemoimplantes, avatares y universos profundos, pero también he disfrutado cual cuerpo ingrávido por ese espacio.
🔻 El trasfondo político-social de un mundo estratificado, y que vemos más ampliado en el segundo relato, donde los eruditos parecen gobernar todo bajo sus estrictas reglas casi feudales y opresivas.
🔻 Y para finalizar yo diría que es un argumento de clara disidencia y subversión a ese poder establecido a través de personajes con claroscuros, traumas y engaños.