Corren los primeros años del S. XX (1904 exactamente) cuando Stefan Zweig nos presenta a Erika Ewald, su amor por la música, su amor por el amor y su amor por un violinista en esta novela breve. ¿A qué puede llevarnos una vida rutinaria? Sin secretos, sin sorpresas, sin nada que te ate a la vida excepto las conversaciones sobre música, sobre Chopin, con ese hombre por el que empiezas a sentir un sincero interés que va más allá de una simple amistad. ¿Amor? ¿Es algo platónico o tal vez pasional? ¿Ambas cosas? ¿Y por parte de él? |