Clarissa

Viena, últimos años del s.XIX. Clarissa es hija de un teniente coronel austriaco. Es un hombre leal e intachable, pero poco dado a manifestar su afecto; esta actitud marcará la forma de ser y actuar de sus hijos, Eduard y Clarissa. La madre de Clarissa murió en su parto.
Clarissa estará hasta los 18 años, en un internado, allí recibirá pocos afectos, y eso le provocará dificultades al relacionarse con los demás. Ya fuera del internado, debe decidir a qué se va a dedicar. Mientras asiste a clases de pedagogía y psicologia, uno de sus profesores, el doctor Silberstein, la contrata de secretaria. Con ese trabajo tiene la oportunidad de ir a Lucerna, Suiza, para asistir a unas conferencias. Allí, conocerá a Leonard, un maestro francés, que cambiará su forma de ver cómo funciona el mundo. El estallido de la I Guerra Mundial rompe la relación, apenas empezaba, porque ambos regresan a sus países, que son enemigos ahora. Durante la guerra, trabaja de enfermera en un hospital; con todo lo que la guerra trae (hambre, heridos, muerte...) Clarissa madura e intenta enfrentarse a nuevas situaciones de su vida. Los últimos capítulos son muy cortos en comparación con el resto de la obra y se llega un final brusco que me dejó un poco chafada.
Después he averiguado que este libro era una novela inacabada ¿o quizas no? Ese final te permite darle el final que tú imagines.