El cirujano de almas

Tenía muchas ganas de leer algo de Luis Zueco. Autor aragonés, con varios premios en su haber como el IX Premio Internacional de Novela Histórica de Zaragoza por Los amores oscuros en 2013, o el de Mejor novela histórica 2015 por su obra Castillo, como parte de la Trilogía Medieval. Experto en patrimonio y director de dos castillos que son fortalezas restauradas, me parecía un autor con un halo de misterio y conocimiento del Medievo muy atrayente que me empujó a pasar las páginas de uno de sus libros para buscar hazañas, leyendas y momentos históricos. Así que en este caso me decidí por la lectura de El cirujano de almas.

La trama se sitúa en la época de los últimos años del 1700, cuando Bruno Urdaneta, huérfano de madre, y ante las exigencias de su padre —metido en asuntos políticos peligrosos— es instado a la temprana edad de doce años a abandonar su hogar en Bilbao e ir solo y a pie a la búsqueda de su tío, en la ciudad de Barcelona.

Bruno ya apunta tener grandes dotes para la cirugía desde muy temprana edad, ya que, sin temblarle el pulso, es capaz de coser una herida a su padre para salvarle la vida. Este hecho hace que, tras varias penurias vividas en el camino para llegar a la casa de su único familiar, en la Ciudad Condal, nazca su vocación como cirujano. El hermano de su padre ejerce esa profesión y, a pesar de que Bruno no es aceptado en un principio por las desavenencias habidas entre los hermanos en un pasado, el pequeño luchará por cumplir su sueño y ser el aprendiz de su tío.

En la historia, perfectamente ambientada en la época, nos encontraremos con interesantes detalles de cómo a finales del siglo XVIII, los cirujanos, claramente diferenciados de los médicos que tenían un estatus mayor, eran capaces de diseccionar cadáveres y hacerse expertos en anatomía para realizar operaciones realmente complicadas y desconocidas, en unos tiempos donde la mayoría de los enfermos morían en las mesas de improvisados quirófanos por falta de higiene y desinfección adecuada.

Así, Bruno, un chico inteligente y con un don extraordinario para la anatomía y la cirugía, se ve envuelto en un misterio sobre robos de cadáveres, secretos familiares, desencuentros políticos, amores que le harán dirigir sus estudios con ahínco hacia la atención de partos, y nos mostrará grandes avances médicos, así como el cambio social que se estaba pergeñando en una España que venía siendo empujada por los aires franceses de la Ilustración.

Bruno viajará también hacia Cádiz y Madrid, y combatirá con su experiencia médica en la batalla de Bailén. Se nos mostrarán muchos apuntes históricos sobre Napoleón y su ejército, con sus ansias de poder y expansión, así como otros avances de la medicina, y nos enseñará una joya del arte de ese siglo que yo desconocía por completo y que es “La parturienta”, una figura de cera —parte de una serie de figuras— de una calidad y realidad exquisita, casi perturbadora, que permitía el estudio de la mujer durante el parto.

También nos hablará de mujeres importantes como Josefa de Amar y Borbón, directora de la inclusa, y habrá muchas referencias a momentos claves de la historia como la Revolución Francesa o la firma de la Constitución de Cádiz en 1812.

Así trascurre esta novela histórica de tintes políticos, sociales y médicos, con una ambientación y documentación esmerada, así como con su dosis justa de romanticismo y misterio.

Sin embargo, creo que lo que me ha pasado con este libro —de ahí su puntuación— es que, a pesar de estar escrita en capítulo cortos, que facilitan la lectura, no llegué a empatizar del todo con los personajes, no logré imbuirme en una lectura que creo tiene todos los requisitos para que así sea. de hecho, he disfrutado más la historia tras pasar algunos días de haber terminado el libro, cuando mentalmente he repasado todos los hechos reflejados, y las grandiosidades y miserias de las que es capaz el ser humano.

No obstante, quedo pendiente de leer alguna otra obra del autor para convencerme de su gran maestría y manejo en este tipo de ambientes, además de poner alma en sus personajes, pues estoy segura de que será así y que la puntuación entonces alcanzará las cinco estrellas.