Les da por soñar, de noche, alrededor de una hoguera, y a veces también después de un combate, cuando en realidad se sienten derrotados aunque hayan ganado, pero los muertos en sus filas les recuerdan que para algunos la victoria, constituye una derrota, lo saben, piensan en ello a la par que se prohiben a sí mismos recordar a los compañeros desaparecidos, eso sería ceder a la llamada de una tristeza insondable.
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