De Lukov, con amor

¡Lo que disfruto con un buen salseo! y con los dramas, las novelas profundas, reflexivas... Y es justamente por lo variado de mis lecturas que afirmo que cada una tiene su momento y todas me aportan algo.

Así que sí, a pesar de un inicio un tanto trabajoso en el que me costaba entrar en el estilo de la autora y el registro de su protagonista, finalmente me vi robándole tiempo al tiempo para averiguar qué pasaba con este par. Por lo que si hago un balance final, tengo que afirmar que me he divertido con este enemies to lovers, un cliché que suele gustarme bastante si se trabajan bien los diálogos.

Aún así, a pesar de lo positivo de esta lectura (ambientación en el mundo del patinaje artístico, mi cliché favorito una protagonista que evoluciona y el salseo) hay también puntos que me han convencido menos.

Por un lado, al no estar narrada a dos voces (puede que me esté acostumbrando demasiado a este recurso) he echado de menos conocer más profundamente a Iván. Sus pensamientos, motivaciones... Es un deportista de élite en una disciplina muy dura y minoritaria, habría sido muy interesante saber más de él y ser también participes de cómo evoluciona sentimentalmente.

Por otro, el final desde el punto de vista deportivo me ha parecido muy precipitado, teniendo en cuenta que es un final para el que se lleva preparando al lector durante toda la novela.

Y por último, hubiera sido genial conectar más con la protagonista(estoy muy subjetivo, lo sé), aunque mi relación con ella mejora de forma directamente proporcional a su evolución, ha habido comportamientos o escenas que me han chirriado un poco.

En definitiva, puede no ser una novela redonda para mí, pero ha cumplido su función con creces.