La novela, dividida en cuatro partes, nos habla de Gonzalo, de Vicente y de Carla. Historias de juventud y de crecimiento, pasando por diferentes etapas y momentos de la vida, y una carta de amor a la poesía y a los poetas de Chile. Provoca querer leer a todos estos autores. Ha sido mi novela favorita del verano que no me canso de recomendar a todo el mundo, con pasajes inolvidables y una última parte que es un cierre de oro. |