No pienses en un elefante rosa

Es un libro un tanto agobiante. La protagonista, Aurora, tiene una enfermedad mental diagnosticada, pero está en un momento bajo y con un brote importante, por lo que no deja de pensar en todo, con pensamientos intrusivos de todo tipo que la hacen enloquecer y alejarse de las personas que la quieren.
Pero un día conoce a Brais, si vecino de enfrente y un niño de unos 10 años. Su madre trabaja demasiado y pasa mucho tiempo solo, por lo que toma a Aurora como su amiga de juegos; aunque Aurora al principio es muy distante y fría con él, poco a poco se va dando cuenta de que estar al lado de Brais y ver la vida un poco como la ve él le hace bien.
Desde un punto de vista completamente en primera persona vamos conociendo el presente de Aurora con momentos específicos de su vida hasta que desenredados por completo su problema y como salir del bucle en el que ha entrado.
Es un libro que al principio agobia con todos esos pensamientos, pero que con el pasar de las páginas y la evolución de la protagonista se va llevando mejor y se lee muy bien.
Aunque el tema es interesante y el libro está bastante bien, le baja puntos la difícil empatía con la protagonista, tiene un carácter un poco raro, sin tener en cuenta la enfermedad, que no la hace cercana. Para mí, el personaje que me encanta de la novela es Brais, que tiene una infancia difícil pero que te sacará más de una sonrisa.