No pienses en un elefante rosa

Si alguien nos pide que no pensemos en un elefante rosa, este aparecerá automáticamente en nuestra mente, como si nuestro pensamiento se pusiera en modo provocador. Y decidiera pensar en todo aquello que nos pidan que no pensemos.

De ahí el título de la novela de Antía Yáñez, No pienses en un elefante rosa (Contraluz, 2022), protagonizada por Aurora, una joven funcionaria que, a pesar de tener su piso, sus amigas y la libertad para salir cuando quiere y con quien quiere, en realidad está atrapada en su transtorno obsesivo compulsivo. Este se ha agravado tras su ruptura y el bloqueo que le impide hacer partícipe a su familia y amigas de lo que realmente le sucede, desapareciendo, buscando excusas y realizando rituales que le devuelvan la paz perdida.

El bucle de esta milenial se rompe cuando Brais, el pequeño que vive en su mismo edificio, se cuela en su existencia y en su corazón. Y con él, su madre, Aurin y la reflexión. Por primera vez, reducirá la velocidad, contendrá la ansiedad y la frustración, y empezará a poner atención en lo que de verdad importa.

Uno de los mejores ejercicios para no pensar en algo en concreto es haciendo uso de la distracción. Y qué mejor forma de distraernos que leyendo esta obra que rebosa humor, ternura, normaliza las enfermedades mentales, y demuestra lo fundamental que es aceptarse. Quiérete. Mucho. Siempre.
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