Alas de hierro

ATENCIÓN: esta reseña contiene SPOILERS de Alas de sangre.

Retomando la trama justo al acabar la primera parte, Violet descubre los secretos en torno a los guivernos y las mentiras que le contaron durante años. Y el problema es que luego volvemos a la academia y eso se queda de lado durante un cacho de libro que se hace pesado. Esta segunda parte tiene momentos muy positivos como un antagonista cruel, la vuelta de un viejo rival y tratar de levantar unas nuevas protecciones.

Como puntos negativos, la relación entre Xaden y Violet. Les falta comunicación, se ocultan cosas ya no por el bien de sus bandos sino por orgullo o inseguridad sobre su relación. Se enfurruñan tanto que cuando Xaden aparecía me resultaba cargante. Otro aspecto negativo sería la rivalidad femenina tan innecesaria y que se resuelve rápido y la incapacidad de Violet de afrontar sus sentimientos. La obsesión por archivar todo lo malo que le pasa la hace distante e incluso inhumana ante la muerte.

Los dragones fueron mi parte favorita en el libro anterior pero en este me han flojeado. Hay momentos en los que son secundarios porque vivimos un romance tóxico adolescente y se fuerza tanto el crear secretos en torno a ello que casi no hay sorpresa por lo recurrentes que son.

Como lectura es entretenida pese a ser un libro tan largo pero flojea en muchos puntos y deja a personajes que deberían ser adultos como adolescentes que no saben sus sentimientos. Con todo, las partes más crudas me han gustado y espero que el final marque mucho la tercera parte.

Colibrí.