-Entonces la función pública no es buena -dije. -¿Función pública? -exclamó Carlos-, riendo desdeñosamente. Esa frase describe lo contrario del carácter español. Nuestra corrupción es la única cualidad realmente humana que nos queda. |
-Entonces la función pública no es buena -dije. -¿Función pública? -exclamó Carlos-, riendo desdeñosamente. Esa frase describe lo contrario del carácter español. Nuestra corrupción es la única cualidad realmente humana que nos queda. |
"No nos tomes a los españoles demasiado en serio. No valemos la pena. Hemos creado imperios con un juego de manos y luego los desperdiciamos como si nos fumáramos un cigarrillo. Todas las guerras que hemos librado se han hecho por motivos equivocados; nunca hemos sabido decir cuáles eran nuestros verdaderos intereses. Cada vez que hemos tenido una oportunidad, nos hemos agarrado a la sombra y hemos dejado escapar la sustancia. Fuimos grandes en una época en la que la grandeza era fácil".
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-[...] Vaya y asómese por esa ventana. Mire a esas gentes... ¿Qué significan? Nada. No tienen derecho sobre esta tierra. En los viejos tiempos les asignábamos sus deberes; sus vidas tenían un sentido y eran felices. Ahora sufren y traman la venganza contra sus superiores.
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Me senté en mi habitación y reflexioné sobre el misterio de las dos Españas que había visto hasta ahora: la España oficial y la España humana. ¡Qué lejos estaban! La enorme distancia que las separaba anunciaba el peligro. Esta nación había sido arrancada de un modo brutal y sangriento de los delgados amarres democráticos que tuvo en los días de la República y desviada hacia otro rumbo. Pero ¿cuál era ese rumbo y a dónde conducía?
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-No tengo religión en el sentido formal de la palabra -le dije-. No tengo raza, salvo la que me imponen. No tengo país, salvo aquel al que estoy obligado a pertenecer. No tengo tradiciones. Soy libre. Solo tengo el futuro.
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Asediada por las ideas modernas, asaltada por las fuerzas del progreso social y político, España había tenido que replegarse, había tenido que volver al pasado y encontrar alguna forma aceptable de vida soportable que pudiera volver a unir a su pueblo de mentalidad poética. La libertad ansiosa de la Europa y la América capitalistas y democráticas no podía soportarla el español. La había rechazado porque era demasiado dolorosa, demasiado inhumana. Los tensos nómadas occidentales, hambrientos de destino personal, y, sobre todo, el racionalismo asesino del comunismo sacrificial, habían sido rechazado con desprecio en favor de una arcaica conciencia colectiva basada en los símbolos familiares: un Padre, una Madre, un Espíritu.
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Al salir de la iglesia, vi enseguida que aquel altar y aquellos santuarios eran las únicas imágenes bellas de aquel pueblo. En los ambientes protestantes, las iglesias eran casi siempre lisas y sencillas, mientras que las condiciones de vida llevaban los adornos; aquí, las condiciones de vida estaban disminuidas, deterioradas, y la única belleza residía en las iglesias.
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Occidente se ha echado a perder. No es nada saludable entrenar a las poblaciones durante generaciones en la estúpida idea de que solo están destinadas a gobernar y que no deben hacer otra cosa que gobernar. Hoy en día hay más esfuerzo mental en España sobre cómo reconstruir el Imperio que sobre cómo pavimentar nuestras calles.
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No nos gusta la realidad externa. Cada vez que hablamos, rehacemos el mundo de la manera que nos gusta y nos conviene. Incluso asesinamos nuestra propia lengua. ¿Sabes que hay pocos españoles alfabetizados que sepan hablar y escribir bien su lengua?
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Sí, hoy todo el mundo quiere saber qué hace que un español sea español -rio amargamente-. Empieza en el nacimiento y empieza mal. Los españoles nos mimamos. No sabemos realmente nada y no se nos enseña nada. Solo se nos permite crecer. Nuestros niños no saben lo que es el verdadero trabajo en el aula. Nuestros profesores son idiotas. No exagero. Basta con entrar en una de nuestras aulas universitarias y escuchar. La maravilla es que no estemos peor; hay algo que nos salva del fondo de la nada, y no es nuestro cerebro.
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¿Cuál es el nombre completo de la protagonista femenina en "Una corte de rosas y espinas"?