Orlando es el primer libro que leo de Virginia Woolf, y he de decir que ha supuesto todo un reto. Es un libro exigente que requiere atención, reflexión y del que tengo la sensación de haberme perdido cosas, haciendo necesaria una relectura. A su favor, un argumento absolutamente transgresor: un muchacho joven rodeado de privilegios se despierta un día siendo mujer. A pesar de ser la misma persona, no lo es a ojos de la sociedad. Orlando tendrá que lidiar con los roles y estereotipos de género de las diferentes épocas que va atravesando, tomando conciencia de cuán limitantes son estos para la condición de mujer. Por otro lado, el estilo narrativo, a caballo entre la narración biográfica y el relato de ficción, permiten al narrador interlocutar con el lector, haciéndote partícipe de las reflexiones que plantea. Esa narración de la propia autora refleja una relación compleja y contradictoria con el personaje de Orlando. Por momentos, le enerva, por otros le genera compasión. A veces le pone en valor y otras ayuda a darle fuerza a esa transgresión que supone denunciar en un libro de inicios de Siglo XX la opresión que suponen los roles de género. La literatura juega un papel importante a lo largo de la obra. Virginia se sirve de esta historia para plantear reflexiones como la dureza a la hora de juzgar las novelas contemporáneas, en contraposición a las clásicas, haciendo una crítica a la crítica de la época. En su contra, creo que es un libro que es difícil de entender bien si no se conoce algo de la vida de la autora y de su relación con Vita. Por eso, aconsejaría leerlo después de leer alguna biografía. A mí me ha ayudado mucho haberlo leído en LC, me ha permitido compartir impresiones, conocer datos importantes para la historia y todo con un grupo de gente súper maja 😊 En definitiva, Orlando es una gran novela, pero requiere dedicación y, al menos en mi caso, una relectura. |