Orlando

Este libro me ha dejado maravillada. Creo que no había tenido nunca esta sensación de asombro ante la capacidad lírica de una escritora. La verdad es que la trama se queda en segundo nivel. Virginia Woolf te sumerge en un mundo casi onírico pero psicológicamente verdadero. Pone palabras al mundo inconsciente: el mundo de los sueños y de los símbolos en el que conviven los opuestos, las dualidades, las complejas capas del ser que una vez salen a la luz, se vuelven prístinas y claras.
Es un libro exigente. Hay que leerlo despacio, y por momentos es tal el festival de sensaciones que evoca, que llega a saturar. Para mí,
Virginia Woolf es una escritora como hay pocas, y no puedo evitar pensar que es una lástima que su recuerdo quede teñido por lo triste de su vida más que por lo extraordinario de su obra.